Ser madres y trabajadoras en Argentina

La maternidad es una experiencia que cambia la vida de muchas mujeres, pero también implica una serie de desafíos y dificultades para su inserción y permanencia en el mercado laboral. En este artículo, analizaremos la situación de las madres trabajadoras en la Argentina, los obstáculos que enfrentan y las políticas públicas que podrían mejorar su condición.

Según datos del INDEC, la tasa de actividad de las mujeres con hijos menores de 14 años es del 49,4%, mientras que la de los hombres en la misma situación es del 90,9%. Esto significa que hay una brecha de más de 40 puntos porcentuales entre ambos grupos, lo que refleja el impacto negativo de la maternidad sobre la participación laboral femenina. Además, las mujeres con hijos tienen una tasa de desocupación mayor que las que no los tienen (11,4% vs. 9,7%) y una mayor proporción de empleo informal (38,8% vs. 32,9%).

¿Qué factores explican esta realidad? Por un lado, existen barreras culturales y sociales que asignan a las mujeres el rol principal de cuidadoras del hogar y la familia, lo que limita sus opciones y aspiraciones profesionales. Por otro lado, existen barreras estructurales y normativas que dificultan la conciliación entre el trabajo y la vida familiar, como la falta de servicios de cuidado infantil accesibles y de calidad, la escasa oferta de empleos flexibles y a tiempo parcial, la brecha salarial de género y la discriminación laboral por motivos de maternidad.

Estas barreras no solo afectan el bienestar y la autonomía económica de las mujeres, sino también el desarrollo del país. Según un estudio del Banco Mundial, si se eliminara la brecha de género en el mercado laboral argentino, el PIB per cápita podría aumentar un 16% en 2030. Por eso, es necesario implementar políticas públicas que promuevan la igualdad de oportunidades y responsabilidades entre hombres y mujeres, tanto en el ámbito laboral como en el familiar.

Algunas medidas posibles son: ampliar la cobertura y calidad de los servicios de educación inicial y cuidado infantil; extender y equiparar los permisos parentales por nacimiento o adopción; incentivar el teletrabajo y la flexibilidad horaria; reducir la brecha salarial de género; sancionar y prevenir la discriminación laboral por motivos de maternidad; fomentar la corresponsabilidad familiar en las tareas domésticas y de cuidado; y sensibilizar a la sociedad sobre la importancia de valorar el trabajo reproductivo y productivo de las mujeres.